El amarillo, el color favorito de Vincent Van Gogh

Sebastián Hidalgo Sola explica cómo la preferencia de un color primario por el genial pintor, ha derivado en toda clase de estudios y teorías. Una afanosa tarea por descubrir la relación entre el color amarillo y el alma y genio de un pintor libre y original.

Sebastian Hidalgo Sola
5 min readAug 2, 2022

Una alegre novedad se disparó en las redes sociales en 2005. En el mundo se comenzaba a celebrar el día más feliz del año el 20 de junio. Esto se decidió así, no de un modo arbitrario, sino a raíz de una base científica comprobable. El psicólogo e investigador de la Universidad de Cambridge, Cliff Arnal descubrió la “Formula de la Felicidad”.

A través de una ecuación «O + (N xS) + Cpm / T + He«, Arnal concluyó que el Yellow Day cae un 20 de junio. Analizando cada factor, el elemento ‘O’ significa más tiempo al aire libre, ’N’ es el vínculo con la naturaleza, ‘S’ la socialización, ‘Cpm’ son los recuerdos positivos de la infancia, ‘T’ es la temperatura cálida, y ‘He’, las vacaciones. Por todo ello, al reunirlo, se cree que el hombre alcanzaría su índice máximo de felicidad posible.

El color amarillo sería el color primario que más representaría esta ecuación y no sólo por sentido común, sino también por lo que se pudo analizar científicamente. Los investigadores han relacionado que el 20 de junio se relaciona con el amarillo de la siguiente manera: es el día en el que en el Hemisferio Norte cae el solsticio de verano, y es el día del año en el que la tierra recibe la mayor cantidad de luz solar. El día de mayor luz; el día en que llega la esperada estación del verano, para muchos, es un día que representa la alegría. La tierra celebra la llegada de esta estación desde tiempos inmemoriales-explica Sebastián Hidalgo Sola– A lo largo de los siglos, muchas culturas ancestrales han celebrado el solsticio de verano mediante ritos festivos que se han transmitido de generación en generación. Y el color amarillo reúne los componentes simbólicos claves para representar la alegría sumada a la luz. Por ello el 20 de junio las redes sociales se llenan de fotografías con el hashtag #YellowDay.

El color amarillo en el arte. Caso Van Gogh

Para los psicólogos la teoría del color el amarillo tiene un profundo significado cuando se lo relaciona con el mundo del arte y la creación. Se dice que el genio creativo es un fuego sagrado y que toda creación proporciona alegría a su creador. Por ello, vida, inspiración y creatividad se vinculan con el talento artístico y este hecho puede apreciarse en muchos grandes genios de la pintura y principalmente en las obras de Vincent Van Gogh.

Van Gogh sufría de una seria enfermedad mental , que incluso lo llevó a estar internando en un hospicio en la campiña de Arlés pero , a pesar de ello y del tinte melancólico de gran parte de su producción, la paleta de amarillos, ocres y claros aparecen fuertemente en sus pinturas más famosas y celebradas. Veamos cómo se da ello en cada una de las obras que se analizan a continuación.

El «amarillo Van Gogh»

Vincent Van Gogh (1853–1890) empezó a pintar cuando tenía 32 años y no desperdició ningún momento de inspiración. Llegó a crear hasta dos o tres cuadros al día. Los estudiosos del arte lo han considerado uno de los máximos exponentes del postimpresionismo a pesar de que su obra no tuvo reconocimiento en vida. A pesar de sus característicos estados depresivos y su impronta de pintor solitario , sus cuadros presentan colores intensos, alegres . El amarillo es la pincelada que atraviesa toda su obra, con matices intensos y suaves sin dejar de ser por ello profundos y expresivos.

En La casa amarilla (1888) y Sembrador a la puesta de sol (1888 ) se puede observar el despliegue de estos matices intensos conseguidos con variaciones sutiles en las gamas del amarillo. Ambas obras son de la etapa en la que Van Gogh se instaló en Arlés (Francia). Allí se enamoró del paisaje y su luz y eso se reflejó en su producción artística de ese momento. En poco más de un año pintó unas 300 obras y siempre con este color como protagonista, incluso en las composiciones nocturnas. En una carta a su hermano Theo, Vincent le confesó que se sentía impotente al no poder conseguir toda la fuerza de la luz de Arlés.

Algunos de sus cuadros más conocidos de la época son también “El viñedo rojo en Arlés«, «El sembrador», «Terraza de café por la noche» y «La casa amarilla» . Además, cabe destacar que uno de los primeros cuadros de la serie de óleos, como lo es la celebrada pintura de «Los girasoles», uno de sus temas favoritos, fue posible gracias al amarillo de cromo, un nuevo pigmento desarrollado durante el siglo XIX. El pintor, al descubrirlo no dudó en utilizarlo para que los girasoles se volvieran mucho más luminosos.

El doctor Paul Gachet (1890).

Se han hecho múltiples especulaciones acerca del uso del color amarillo por parte del pintor. Una de estas hipótesis sostiene que es posible que el pintor sufriera xantopsia, una enfermedad en la que la percepción de los colores cambia y los objetos adquieren un tono amarillento. Otros creen posible que los halos amarillos de «La noche estrellada» (1889) podrían ser consecuencia del glaucoma que padecía. Esta enfermedad le provocaría un oscurecimiento de la córnea y le haría ver halos circulares alrededor de los puntos de luz. Y así, tal y como veía la realidad, es como la pintaba.

Los tonos amarillos en las pinturas originales , con el paso del tiempo, se han ido apagado y han perdido por ello gran parte su luz original. Y, aunque los trazos de Van Gogh siguen siendo fuertes, el amarillo mermó su caudal expresivo, privando a las obras de su potencia primera . Los expertos aseguran que “En los girasoles»( 1889) se han producido cambios químicos en los pigmentos de cromo por la exposición a rayos ultravioleta. Un fenómeno que también ha ocurrido en «La Vista del Arlés con lirios» (1888) y «Ribera del Sen» (1889)

Mientras unos defienden las teorías médicas, otros prefieren pensar que, simplemente, se trataba de una elección personal. Sea como sea, incluso al final del día, Van Gogh seguía viendo la luz cuando, como lo demuestra su obra «La Terraza de café de noche» (1888) en donde la escena nocturna despliega todo su encanto y magia subyugante gracias al amarillo.

Este artículo ha sido sugerido por Sebastián Hidalgo Sola

Originally published at http://sebastianhidalgosola.wordpress.com on August 2, 2022.

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